Todos conocemos a Frank Gehry y sino, al menos habremos escuchado su nombre,empezemos por el principio, autor del museo Guggenhein de mi ciudad natal,el edificio IAC de Nueva York o la Fundación Louis Vuitton de París son algunos ejemplos. Pero ha sido ahora, a sus 86 años, cuando el arquitecto canadiense surca las aguas con un velero diseñado por él. El resultado es un barco que no se parece a ningún otro. Puro arte.
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Si hechas un vistazo se aprecia que es diferente a las demás embarcaciones por normal general. Se puede decir que lleba su toque personal, ese que tantos admiran o odian...Emana tradición y modernidad a partes iguales. Bautizado como Foggy (basado en el acrónimo de Frank Owen Gehry), se trata de un elegante velero, repleto de detalles realizados en titanio y cristales.
Hablando de materiales fueron un gran problema al parecer para los responsables del proyecto. Gehry comenzó a trazar las líneas de la embarcación en 2008, mientras que su amigo -y propietario oficial del velero- Richard Cohen y el afamado arquitecto naval argentino Germán Frers asesoraban y buscaban soluciones sobre el diseño. El ganador del Premio Príncipe de Asturias de 2014 estaba empeñado en que su barco debía ser de madera, pero Frers insistía en que la fibra de carbono, material mucho más ligero y resistente.
El pulso de los arquitectos llegó a dejar el proyecto en el aire. De hecho, no fue hasta 2012 cuando se encontró una solución cuando es astillero Brooklin Boat Yard, de Maine, especializado en construcciones de madera, trabaja en un avanzado proceso de prensado en frío, lo que permite trabajar la madera intercalando elementos de alta tecnología. Definitivamente, el Foggy empezaba a tomar forma.
El diseño de Frank Gehry aún tenía más escollos debido a la suerte de vidrieras que había situado entre el acceso al interior del barco y el mástil, así como en los costados de la embarcación. En el astillero no tenían claro cómo encajar las más de 1.000 piezas de cristal en la estructura ni, sobre todo, si el trabajo iba a resultar seguro para la navegación. Finalmente, se decidió sostener las piezas de cristal con unos paneles de fibra de carbono. El pasado mes de julio, el Foggy soltaba amarras con Gehry, Frers y Cohen a bordo. "Me siento orgulloso", sentenció el arquitecto.
El casco y la cubierta parecen tallados de una sola pieza; no hay un solo elemento que rompa ese efecto -incluso la mayoría de cabos circulan por debajo de cubierta- salvo un mástil rojo de fibra de carbono de 32 metros de altura. La rueda del timón es un juego de tablones de madera superpuestos, mientras que el bauprés está configurado con hierros retorcidos.
El Foggy tiene 22,5 metros de eslora, una manga de 5,5 y un calado de 3,8. Medidas ideales para un velero de crucero apto para las regatas
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